Soy papá de tres hermosos hijos, Luca, Nicolás y Matías, y enamorado de Mariana, mi compañera de la vida desde hace muchos años. Cuando tenía 6 años, mi papá me llevó al Club Kimberley y me dio a elegir: ¿karate o básquet? Creo que ahí empezó todo. Me fasciné con el deporte que practiqué hasta los 18 años y que, por sobre todas las cosas, me dio amigos, hábitos saludables y la posibilidad de crecer en un ambiente sano para desarrollarme como persona.
Antes de terminar mi carrera como jugador, empecé a ayudar en la escuela de básquet del club. En paralelo, estudiaba Educación Física, donde tuve como profesor y referente a Juan Lofrano, un innovador en todo sentido que me transmitió la pasión por la enseñanza y todo su conocimiento sobre iniciación deportiva. Construimos una gran amistad en la cual nos une el afecto y la pasión por el básquet. Comenzamos a estudiar juntos movilizados por la necesidad de perfeccionar la enseñanza del deporte.
A lo largo de mis 15 años en el club estuve al frente de todas las categorías y cumplí el rol de coordinador durante 9 años. Hoy queremos compartir con ustedes nuestras experiencias. Para seguir aprendiendo.
Con el correr de los estímulos y la comprensión profunda de encadenar acciones, los partidos ganarán en intensidad y se mejorará el juego sin el balón. El objetivo es que los y las jugadoras logren autogestionar la regla.
Hay que generar el hábito en los entrenamientos de trabajar la dinámica del juego y el pasaje rápido de una fase a otra. El básquet es un deporte de invasión.
El viernes 15 comienza el primer curso de la Membresía LG 2021 – Especialización en mini básquet. Se trabajará en los factores clave para captar jugadores y motivar la continuidad a largo plazo.
El entrenador Juan Lofrano piensa el territorio del mini básquet desde un abordaje pedagógico actual. En tiempos de ansiedad e incertidumbre hay una cuestión clara: sin conocimientos no se viaja lejos en este mundo.