¿Existe el talento en el deporte? Concretamente, en el básquet: ¿podemos decir que alguien juega bien porque es talentoso? Se supone que si un jugador integra una selección tiene algo que el resto de los jugadores no tiene: cierta habilidad, conocimiento del juego, manejo de situaciones, lectura y conocimiento táctico. ¿Podemos decir que eso es consecuencia de su talento?
Para empezar a plantear el debate vamos a intentar vincular al básquet con la sociología. Específicamente, con el Efecto Mateo, la denominación de un fenómeno de acumulación de bienes, riqueza o fama. Aunque se atribuye el uso de este término por primera vez al sociólogo Robert K. Merton en un artículo publicado en 1968, su uso se ha extendido a otras disciplinas como la economía, la psicología y la educación. La referencia se plantea tanto a bienes materiales, como al dinero, los valores inmateriales, la confianza o el prestigio social.
Se llama originariamente efecto Mateo por la cita bíblica (capítulo 13, versículo 12 del Evangelio de San Mateo) que dice textualmente: “porque al que tiene se le dará y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, incluso lo que tiene se le quitará”. Este tema lo vincula muy bien con el deporte Malcolm Gladwell en su libro Outliers (Fuera de serie), cuando analiza las selecciones de Hockey sobre hielo de Canadá:
“¿Y qué pasa cuando a un jugador lo eligen para la selección? Que recibe el mejor entrenamiento, que sus compañeros de equipo son los mejores y que juega cincuenta o setenta y cinco partidos por temporada en vez de veinte, como los que deambulan por divisiones de menos brillo, así que practica el doble o hasta el triple que si no hubiera sido seleccionado. Al principio, su ventaja no es tanto el que él sea intrínsecamente mejor, sino solo que es un poco más viejo. Pero a los trece o catorce años, con la ventaja de un mejor entrenamiento y toda la experiencia adquirida, realmente es mejor, lo que le da más probabilidades de llegar a la liga Major Junior A, y de allí a las ligas grandes.
Barnsley argumenta que estos sesgos en las distribuciones por edades se producen siempre que concurran tres factores: selección, clasificación y experiencia diferenciada. Si uno toma una decisión sobre quién es bueno y quién no a una edad temprana; si se separa a los «talentosos» de los que no lo son; y si se dota a aquellos «talentosos» de una experiencia superior, lo que se hace es otorgar una enorme ventaja al pequeño grupo de nacidos poco después de la fecha de corte.
Son los exitosos, en otras palabras, los que tienen más probabilidades de recibir el tipo de oportunidad especial que conduce a ahondar en el éxito. Son los ricos quienes consiguen las mayores ventajas fiscales. Los mejores estudiantes obtienen la mejor enseñanza y la mayor parte de la atención. Y los niños más grandes entre los de nueve y diez años son los que acceden al mejor entrenamiento práctico. El éxito resulta de lo que a los sociólogos les gusta llamar «ventaja acumulativa». El jugador de hockey profesional comienza un poquito mejor que sus pares. Y esa poquita diferencia le conduce a una oportunidad que de verdad marca la diferencia; y, a su vez, ello conduce a otra oportunidad que agranda más aun la que al principio era una diferencia tan pequeña, y así hasta que nuestro jugador de hockey se convierte en un verdadero fuera de serie. Pero él no empezó como fuera de serie. Simplemente empezó un poquito mejor”.
Ahora bien, todo muy lindo con el sociólogo y el hockey, pero ¿qué pasa en nuestro básquet? Para comprobar si esto ocurría en nuestro deporte analizamos los últimos 3 campeonatos argentinos U13 de selecciones basándonos en las listas de buena fe presentada por cada federación. Tabulamos cada dato. A saber:
Para nuestra sorpresa, esto también se cumple en la categoría U13 de nuestro básquet. El 43% de los jugadores que integran las selecciones provinciales de la categoría nacieron en el primer trimestre del año. El porcentaje se reduce a medida que avanza el año. Los jugadores que nacieron en el último trimestre (octubre, noviembre y diciembre) son los de menor porcentaje. Si bien pertenecen al 15% de la muestra, contra el 14% del tercer trimestre del año, también están incluidos en ese período los jugadores menores a la categoría en cuestión, en este caso, minibasquet.
A modo de conclusión, un indicador determinante del rendimiento, al momento de seleccionar a los jugadores para integrar los representativos provinciales, es la fecha de nacimiento o su edad cronológica. Entonces, se puede suponer que estos jugadores, desde la primera categoría competitiva, tendrán mayores estímulos y podrán capitalizar mayores y mejores experiencias deportivas que los que no fueron seleccionados.
Para seguir con el análisis, nos propusimos observar qué peso tienen los jugadores nacidos en el primer trimestre del año en los equipos que lograron el campeonato en estos tres torneos. Los datos afianzan la tendencia. De los 3 últimos equipos campeones del Argentino de Selecciones masculino, estas fueron la cantidad de jugadores nacidos en el primer trimestre del año en cada uno de ellos:
A estos datos hay que agregarle que 2 de los 3 últimos jugadores más valiosos del torneo también nacieron en el primer trimestre del año:
Ahora bien, esta tendencia que planteaba el sociólogo Malcolm Gladwell ¿tiene correlato en el futuro deportivo de los jugadores? Esta selección a edades tempranas ¿condiciona que sean estos jugadores nacidos en el primer trimestre del año los que terminen teniendo más posibilidades de jugar al básquet en forma profesional? Veamos el plantel que presentó Argentina en el mundial masculino de mayores de China en 2019.
La tendencia no solo se mantiene sino que se acentúa con el paso del tiempo. Los 13 años es la edad que funciona como punto de inflexión en cuanto a la maduración de los adolescentes. Convendría plantearse si únicamente el criterio de selección vinculado al rendimiento actual del jugador es el más adecuado o no, pensando en el desarrollo de los jugadores a largo plazo. También vale la pena cuestionarse si las categorías superiores no están integradas por jugadores nacidos en diferentes fechas a lo largo del año. Si los que nacieron en el primer trimestre son más talentosos tal vez desde muy chicos tuvieron mayores oportunidades que el resto.
por Pablo Genga
Bibliografía consultada
- Estadísticas de los Campeonatos Argentinos de Selecciones disponible en www.torneoscabb.com.
- Gladwell, Malcolm. Outliers (2008) (Fuera de serie: Por qué unas personas tienen éxito y otras no)